QUERIDO CEO:
Tu carácter tiene que ver con tu integridad, con la coherencia que existe entre tus valores y tu comportamiento. Una persona de carácter es aquella que es fiel a sus valores y principios independientemente de las circunstancias. La relación del carácter y la excelencia del liderazgo ha sido abordada por diferentes autores, concluyendo que un gran liderazgo exige un gran carácter. Stephen Covey, por ejemplo, en su obra Liderazgo centrado en principios, nos dice que hay dos elementos cruciales para el éxito de los líderes: la competencia y el carácter. Pero, ¿qué impacto puede tener tu carácter en los resultados de la compañía que lideras?
El carácter es un rasgo subjetivo que parece que desafía a ser cuantificado. Sin embargo, según un nuevo estudio realizado por KRW International (consultora de liderazgo con sede en Minneapolis), los CEOs que recibieron una alta calificación en carácter por parte de sus empleados, tenían un retorno promedio sobre activos de 9,35% en un período de dos años, cinco veces más que aquellos CEOs que obtuvieron puntuaciones bajas: su ROA promedio fue 1.93%. Para medir el retorno del carácter, KRW lo filtró a través de cuatro principios morales: la integridad, la responsabilidad, el perdón y la compasión. Posteriormente, encuestaron a los empleados de 84 empresas y organizaciones no lucrativas de Estados Unidos, pidiendo, entre otras cosas, cómo sus directores ejecutivos encarnaban los cuatro principios. También entrevistaron a muchos de los ejecutivos y analizaron los resultados financieros de las organizaciones. El estudio ofrece una evidencia que demuestra la conexión entre el carácter, la excelencia del liderazgo y los resultados de la organización. En un extremo del espectro están lo que denominan «CEOs virtuosos» (aquellos que recibieron altas calificaciones en los cuatro principios). En el otro extremo están los CEOs centrados en sí mismos y en su seguridad financiera sin importarles el costo de lo demás. El desarrollo de tu carácter, apreciado CEO, es un proceso continuo que dura toda la vida y que gira en torno a dos cosas importantes: tus hábitos y tus valores. Vivir de acuerdo a un código superior tiene un efecto positivo sobre tu destino y, además, sobre los resultados de la compañía que lideras. Ten presente que un CEO con un carácter pobre puede socavar el mejor plan de negocio.

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