QUERIDO CEO:

El mundo está cambiando a una velocidad vertiginosa. Muchas cosas que antes eran previsibles y estructuradas, ahora fluctúan en cada momento. Hemos pasado de un mundo predecible, al entorno VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo) del que ya te he hablado. La expectativa de vida de una empresa, por ejemplo, pasó de ser de 75 años en el año 1955, a 15 años en 2014. Convivir con este contexto, complejo y cambiante, requiere habilidades personales y organizativas que permitan enfrentar mejor los desafíos. Por ello, debes desarrollarte y rodearte del mejor talento. Los ejecutivos que poseen las habilidades para lidiar con los cambios volátiles lo ven como una oportunidad para que sus compañías avancen hacia el futuro.

Bob Johansen, ex CEO del Institute for the Future, experimentado consultor y autor de Leaders Make the Future: Ten New Leadership Skills for an Uncertain World, propone que los mejores líderes de VUCA se caracterizan por su visión, comprensión, claridad y agilidad.

Puedes abordar la volatilidad y la hiperconexión de variables con visión de futuro. Tener visión es contar con una dirección clara y compartida con toda la organización que alinee los esfuerzos en esa dirección. Inspira con tu visión. Asimismo, esto implica una nueva manera de pensar que permita formular las preguntas adecuadas, prepararse y adoptar nuevos enfoques. Apuesta por programas que estimulen la creatividad y la innovación. Afronta la incertidumbre con entendimiento, conocimiento, comprensión y empatía. Anticipa y reacciona no sólo a la velocidad de los cambios, sino también desde la comprensión de su naturaleza. Busca claridad, sencillez y simplicidad frente a la complejidad. Potencia la información y su flujo. Monitorizar datos y tendencias te permitirá obtener claridad ante la complejidad. Para ello, invierte en información, en cómo recogerla, interpretarla y compartirla; cuanto mejor sea el sistema de información de tu organización, más posibilidades tendrá.

Supera la ambigüedad con agilidad. La capacidad de reacción ante los acontecimientos es más importante aún que la propia planificación. Actúa con decisión, aunque no siempre puedas tener la absoluta certeza de controlar todas las variables. Y no olvides, estimado CEO, que tu actitud es fundamental para adquirir nuevas competencias, ponerlas en marcha y superar los constantes retos de la incertidumbre.

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