Querido CEO:berryjam.rutrailer film Going in Style 2017

Termina un año y comienza otro. Estar en el umbral de un nuevo principio es una buena posición para detenerse y reflexionar antes de entrar por la puerta del 2016. Una oportunidad para valorar el pasado, el presente y el futuro, así como si fueras a escribir tu mejor versión. Hacer balance y preguntarte qué podrías haber hecho mejor. Qué ha funcionado y qué no. También mirar hacia delante con nuevos propósitos que te impulsen. Siempre hay algo que cambiar, mejorar, reinventar…Y en este caso no me refiero a objetivos económicos -ya los trazaste semanas atrás- , sino al plano personal.

La alta competitividad de hoy exige que un CEO sacrifique aspectos su vida personal en determinadas ocasiones, y no queda otra cuando las circunstancias aprietan. Quizás sea el peaje que hay que pagar para lograr una meta, pero todo tiene un límite. Descuidar la familia, el ejercicio, el descanso, la alimentación, las relaciones… o centrarse demasiado en los demás durante muchos años puede volverse en tu contra en forma de pérdida de energía y pasión.

Si vas cerrando el círculo de actividades que llenan y enriquecen tu vida para centrarte siempre en resolver los problemas inmediatos, por ejemplo cuando estás bajo presión, entras en una especie de embudo de agotamiento que se va estrechando a medida vas dejando de lado las cosas que te producen satisfacción porque las consideras opcionales, un día es el deporte, más tarde los hobbies, luego tu familia… y así, poco a poco, vas generando una infelicidad que, en última instancia, disminuye tu éxito.

El éxito reside también en tener un equilibrio personal y esto no está reñido con la eficiencia sino todo lo contrario. La idea es que te fijes objetivos realistas que equilibren tu vida personal y aumenten tu energía haciéndote sentir mejor. Esto no te beneficiará solo a ti, sino a todos los que te rodean y a tu organización.

Te animo a que te pongas una hoja de papel delante y hagas una lista con lo que deseas, apreciado CEO, y no solo a que la redactes, sino a que desarrolles un plan para llevarla a cabo y, sobre todo, que la tengas presente durante todo el año, revisándola frecuentemente con una actitud creativa.

Me despido deseando que hayas disfrutado estos días navideños y todo lo mejor para tu 2016.