QUERIDO CEO:

Decía Winston Churchill que un optimista ve una oportunidad en toda calamidad, un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad. El optimismo es una competencia emocional que puede ayudar a impulsar la productividad de la organización que lideras, mejorar la moral de los empleados, superar conflictos y tener un impacto positivo en los resultados. Además, es especialmente importante en tiempos de cambio y turbulencia como en el actual contexto donde se hace más necesario que nunca innovar.

Pero no se trata de ser la alegría de la huerta y confundirlo con un falso positivismo y una sonrisa forzada. Para saber a qué me refiero cuando te digo que cultives el optimismo considera, por ejemplo, lo contrario, el efecto que las personas pesimistas pueden tener en la creatividad e innovación de una organización. Para ser innovador, debes estar abierto a nuevas ideas, abierto a ver posibilidades, dispuesto a asumir riesgos y alentar a otros a asumir riesgos, dispuesto a desafiar el proceso para crear nuevas soluciones o productos o mejorar procesos. En resumen, debes tener un sentido de aventura y una expectativa de éxito. Aquellos que tienen una visión pesimista suelen acercarse a los cambios con expresiones limitadoras del tipo «Hemos intentado esto antes» o «No va a funcionar».

Una de las características que los seguidores esperan de ti, apreciado CEO, es que pueda guiarlos exitosamente a través de las dificultades y el cambio constante. Deben sentir que su líder es optimista sobre el futuro y cree que pueden lograr sus objetivos.
El optimismo es uno de los requerimientos clave que las personas necesitan de sus líderes para lograr resultados positivos. Si irradias optimismo y confianza, inspiras optimismo y confianza. Si te resulta difícil mostrarlo porque tu tendencia es más bien pesimista, siempre puedes cultivarlo; busca y descubre qué te hace sentir bien (hacer ejercicio, cuidar tu alimentación, un paseo, la familia…) y lee artículos sobre el tema. Me despido, como siempre, animándote a renovarte e incluir en tu día a día el hábito de cultivar optimismo en ti y en tu organización y que encuentres la oportunidad en cualquier circunstancia.

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