QUERIDO CEO:

Si escribes la palabra «disruptivo» en Google y activas el buscador, la vas a encontrar -aplicada en el mundo de la empresa- en multitud de combinaciones como por ejemplo: talento disruptivo, pensamiento disruptivo, management disruptivo, tecnología disruptiva, innovación disruptiva, marketing disruptivo…

Disrupción significa rotura o interrupción brusca. Como adjetivo que cada vez resuena más en el entorno empresarial, lo que refleja es el cambio que sufren los modelos de negocio en una economía híper dinámica como la actual, donde el ritmo del cambio es muy superior a lo que ha sido nunca. Por lo tanto, esa rotura o interrupción brusca es un resultado de la gran velocidad que está originando cambios radicales.

Hay numerosas fuentes de disrupción. Entre ellas, la más evidente es que la aceleración de la innovación tecnológica permite que cada vez sea mayor la interconexión entre personas, comunidades y organizaciones. Internet ha hecho posible que estemos más cerca unos de otros y esto se traduce en que compartimos más, nos quejamos más y somos mucho más exigentes cada día.

Uno de los grandes retos a los que te enfrentas, estimado CEO, es sustentar la competitividad de la empresa que lideras en el rápido cambio tecnológico. Amazon o eBay han sido, por ejemplo, «disruptores digitales», también Airbnb (la plataforma de alquiler de casas entre particulares), o el caso de Uber (taxi). Son ejemplos que implican una nueva manera de hacer negocios que en algunos sectores desplazan a las formas tradicionales y en otros empujan a un cambio constante.

Todo ha cambiado, y como siempre te recuerdo que va a seguir cambiando, por ello esa imparable necesidad de reinvención permanente de los modelos de negocio. Te animo, apreciado CEO, a que este 2017 sigas cultivando una cultura abierta al aprendizaje, tanto en ti mismo como en tu equipo. La tecnología evoluciona y lo cambia todo, pero con la cultura adecuada, las personas son más propensas a explorar nuevos caminos, adoptar nuevas tecnologías, o ser más creativas para que la empresa se transforme y, llegado el caso, ser capaces de realizar una ruptura con lo que había antes para alcanzar el éxito.

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