QUERIDO CEO:

Para conseguir que tu compañía sea capaz de adaptarse a cualquier cambio y aprovechar las oportunidades que ofrece el entorno actual, se requiere que desarrolle la capacidad de colaborar y el talento, a través de la cooperación interna, lo cual supone un quebradero de cabeza para muchas compañías. Factores como la cultura de la empresa o la propia naturaleza humana pueden producir situaciones que frenan la colaboración afectando a la eficiencia. En una conferencia que impartí ya hace cinco años, para poner de relieve la importancia de construir en la empresa una cultura de colaboración, utilicé como metáfora la figura del famoso «Juan Palomo, yo me lo guiso, yo me lo como». Con el título La muerte de Juan Palomo, apelé a la necesidad de desarrollar entornos colaborativos y co-creadores en las organizaciones, que potencien el flujo de talento dentro de la empresa, como respuesta al entorno más turbulento de los últimos tiempos.

Es importante que el personal esté colaborando internamente y se busquen soluciones comunes para competir en los mercados, evitando competir internamente primando el interés particular. Pero, ¿Cómo se logra un entorno propicio a la participación donde los trabajadores comparten la responsabilidad y sienten como propios los resultados colectivos?

Uno de los aspectos clave está en ti y en tu liderazgo, apreciado CEO, en dar ejemplo. Si tú no eres colaborativo , ¿por qué van a colaborar los empleados? Actualmente tienes a tu alcance muchas herramientas para facilitar la colaboración y tecnología que hacen que sea más fácil colaborar, pero todo esto solo funciona si hay una cultura de colaboración. Antes de aplicar herramientas para ayudar a los empleados a colaborar, hay que alinear intereses y construir confianza. No se puede establecer la colaboración sin confianza. Los comportamientos recelosos a lo Juan Palomo destruyen la colaboración. La confianza implica transparencia. No se puede ocultar información a la gente clave de la organización y actuar como Juan Palomo, con miedo de que los directivos clave tengan demasiada información, por si algún día se van a la competencia. Con ello se pierde obtener todo el potencial de su talento y se logra que efectivamente se vayan a la competencia desmotivados. Estimado CEO, juegas un papel conector construyendo puentes entre tu organización y el resto del mundo, si eres catalizador hacia una cultura más abierta, colaborativa y generosa, siempre tendrás una larga lista de candidatos deseando trabajar en tu compañía.

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