Querido CEO:

El regreso de vacaciones es todo un reto para poner a prueba tus habilidades y actitudes más significativas como CEO: has de liderar tu retorno para dar lo mejor de ti mismo y al mismo tiempo conseguir lo mejor de la organización que representas.
Decía Einstein que dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás; es la única. El primero en desarrollar la conducta deseada para impregnar al resto de la empresa eres tú.
Hay que tener en cuenta que la vuelta a las rutinas no afecta por igual a todos los empleados. Unos lo llevan mejor que otros por diversos motivos. En líneas generales, según los expertos, hay un periodo de adaptación, por lo que es aconsejable retomar el ritmo paulatinamente y no pisar el acelerador a fondo nada más llegar. La presión puede hacer que se resienta la productividad del equipo, del mismo modo que presionarte a ti mismo puede afectar a tu rendimiento.

Durante el periodo vacacional, la reflexión fluye y las mentes más inquietas y creativas pueden haber generado ideas

Lo más prudente para estar bien preparado es que regreses a casa unos días antes de vacaciones para planificarte y establecer prioridades. La preparación, como en todo, es clave para liderar eficazmente la vuelta al trabajo.
Es importante crear una atmósfera que facilite la vuelta a la vida laboral de la compañía. Una actitud positiva desde el primer día es fundamental para retomar las tareas de la mejor manera posible y, como siempre, el primero en mostrarla para que se traslade a la organización eres tú. Contagiar buen humor y entusiasmo ayuda a canalizar las energías del grupo y disipa el estrés que para muchos supone reincorporarse.
Asimismo, durante el periodo vacacional, la reflexión fluye y las mentes más inquietas y creativas pueden haber generado buenas ideas que conviene tener en cuenta. El periodo inmediato a las vacaciones, antes de comenzar de lleno el día a día, puede resultar muy valioso al aprovechar la ilusión y las ganas renovadas, para poner en común ideas frescas, nuevas y todas aquellas propuestas de mejora e innovaciones, desplegando así un clima de participación y acción.
Las pilas cargadas hacen, además, que el regreso sea propicio para reunirse, fijar nuevos objetivos y planificar los meses posteriores.
Y no hay que olvidar, apreciado Ceo, que el otoño es un periodo muy favorable para plantearse nuevos retos personales. Te animo a perseverar en tus metas y que no se queden a mitad de camino.

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