Querido CEO: El mundo avanza rápido, los cambios son constantes y la labor de dirigir el rumbo de tu empresa te exige frecuentemente nuevas ideas. Para enriquecer tu perspectiva, te interesas por tu entorno general, desde cómo puede afectar a la actividad de tu compañía, a qué te puede enseñar. Por ello, habrás estado atento a las pasadas elecciones municipales y autonómicas, y habrás observado cómo se ha ido configurando el mapa político, extrayendo referencias inspiradoras y, también, ejemplos a evitar. Te felicito por tu actitud de aprendizaje continuo.
Al pensar en la situación postelectoral, es inevitable nombrar la palabra negociación. Palabra que, como sabes, no es clave únicamente en unos resultados políticos fragmentados. Gran parte de tu tiempo lo dedicas a negociar, en la empresa y en la convivencia en general.
El primer paso antes de negociar es prepararte para tener una visión más estratégica, y prever con antelación todas las cuestiones importantes a tener en cuenta. En esta fase, querido CEO, no hay que olvidar que la actitud también se puede preparar. Te animo a que busques una actitud con el más alto nivel de tranquilidad y convencimiento. A que, ante todo, prepares la negociación como un medio más por el cual vas a servir y a crecer, creando valor, y haciendo una negociación más productiva para las partes implicadas.
Llegado el momento de enfrentarte a la negociación, debes recordar que tu actitud determinará un alto porcentaje de éxito o fracaso. Lo habitual es que se exija ceder en alguna de las peticiones, por lo que además es vital la flexibilidad.
Lo que no te ayudará en absoluto, es tomarte las negativas como algo personal. Es clave que afrontes directamente el problema, separándolo de la persona, facilitando siempre un clima favorable para la negociación y para que tu relación con la otra parte perdure en el tiempo.
Una vez finalizada, es conveniente que analices con sentido crítico cómo se ha desarrollado, detectando aquellos aspectos a mejorar. Sí, es posible que cometas errores, apreciado CEO. En tal caso, si tu actitud es llevarlos al plano del aprendizaje continuo que estás cultivando, convertirás los errores en una oportunidad de mejora.

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