Querido CEO:
Eres la cara pública que representa la personalidad de tu empresa y tu imagen es uno de los ingredientes que influyen notablemente en su percepción. Existen estudios que ratifican que la percepción que se tiene sobre ti puede llegar a pesar hasta un 50% del total de la reputación de tu empresa. Tu credibilidad se traduce en un impacto, positivo o negativo, de sus resultados finales que es importante que tengas presente.
Tu reputación, gestionada correctamente, puede ser una buena una herramienta para conservar clientes, retener y atraer buenos trabajadores, atraer inversores, facilitar la expansión a nuevos mercados…Es primordial para la credibilidad de los mensajes de tu compañía, algo que cobra especial relevancia tras la desconfianza que ha producido en todo la Gran Recesión.
Además, la Era de la transparencia donde los consumidores, empleados, y demás grupos de interés poseen ahora la capacidad de poder compartir sus experiencias y opiniones con personas de todo el mundo, utilizando las redes sociales, ha dado lugar a un incremento exponencial de la cantidad de información y de personas que están cada vez más dispuestas a actuar en base a esta información, lo que está llevando a los CEO’s a incrementar su papel en la escena pública.
La accesibilidad a través de las redes, participar en eventos, compartir nuevas ideas y tendencias, estar disponible para los medios, estar presente en la sociedad o ser protagonista del video corporativo son los componentes más valorados según una investigación publicada por la firma líder mundial de relaciones públicas, Weber Shandwick. Asimismo, tener una clara visión de hacia dónde debe encaminarse la organización es la cualidad del líder que más aporta a la buena reputación corporativa de la compañía. En segundo lugar se encuentra una visión global del negocio, seguida de un comportamiento ético y honrado.
En un contexto cada vez más conectado y transparente, tienes ante ti muchos retos pero también numerosas oportunidades para transmitir el mensaje de tu compañía. Ten presente el largo plazo pues la reputación no se basa en acciones puntuales sino que se construye con base en el comportamiento de la empresa y de sus miembros a lo largo del tiempo. Estimado CEO, como dice Warren Buffet, una de las personas con mejor reputación de Estados Unidos, “lleva veinte años construirse una reputación y cinco minutos arruinarla. Si lo tienes presente, harás las cosas de manera diferente”.